El fiscal de materia, Aldo Morales, informó sobre la primera sentencia de feminicidio en Bolivia que se desarrolló sin que se encuentre el cuerpo de la víctima. El cónyuge y principal sospechoso, fue condenado a 30 años de cárcel, pena que deberá cumplirse en el penal de San Pedro.
“Esta es la primera sentencia que se ha dado en el país, luego de probarse la desaparición de la víctima, ya que no se ha encontrado el cuerpo de Adriana Toco Policarpio de 27 años de edad”, declaró el fiscal.
La desaparición de la mujer se dio a conocer por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) el 11 de enero del 2020, cuando fue vista por última vez en compañía de su esposo.
La violencia con su pareja data desde que inicio la relación con el ahora condenado; “Desde los 15 años, edad de la víctima, había quedado embarazado de su esposo, después contrajo matrimonio el 2008, después de esa fecha existen varios certificados médicos de la mujer, tras sufrir agresiones físicas de parte de su esposo”.
En ese sentido, Morales indicó que la primera agresión fue cuando estaba en etapa de gestación, de aproximadamente 37 semanas, posteriormente cuando su hija de 4 meses de edad fueron echadas por su agresor de su domicilio a altas horas de la noche.
Asimismo, la autoridad judicial indicó que el hombre habría comprado ropa de “cholita” para que la mujer usara, lo que despertó sospechas, ya que la víctima no usaba esta clase de vestimenta.
El hombre, después de cometer el hecho, se dio a la fuga con el cuerpo de la víctima, con la finalidad de hacerlo desaparecer.
“La madre de la víctima fue la única que ha denunciado este hecho, por lo que el Ministerio Público inició las investigaciones correspondientes, se conoció también que el vehículo que utilizó para trasladar el cadáver, tenía manchas de sangre, pero no se puso hacer las pruebas de ADN, ya que el mismo fue lavado con químicos, circunstancias que han sido probadas”, añadió.
Mientras se espera la ejecución de la sentencia, el Ministerio Público pedirá que el acusado sea recluido en el penal de máxima seguridad de Chonchocoro por el delito de feminicidio.
Los tres niños que han quedado huérfanos, quedarán bajo la tutela de la abuela de la víctima, así como también los bienes del matrimonio con la finalidad que sirva para el sostén de los menores.